Idea para salir de la crisis: apuntar al Enoturismo


30/05/2016 


El turismo enológico se ha consolidado en todo el mundo como un producto turístico, siendo un importante complemento del turismo de montaña, sol, playa, religioso y de museos. La situación de la vitivinicultura no ha sido de la mejor en estos últimos años, pero no solo los precios de la uva y del vino juegan el partido para salir de la crisis: apuntar a la gente que desea conocer, comparar, comprar y porque no comer y dormir en una bodega, generará sin dudas dinero incluso a veces más importante que el vino mismo. Es decir el vino sería una excusa para pasarlo bien. Muchos concuerdan con esto pero poco hemos realizado hasta el momento. Salvo un pequeño grupo de bodegas, en San Juan, no vemos que esto avance a pesar de ser la segunda provincia vitivinícola del país con una Fiesta Nacional del Sol estupenda, que lamentablemente, en donde poco se habla y se promociona el vino. Un error de estrategia turística imperdonable.

Un ejemplo basta: Salta como poco más de lo que produce en uvas el departamento Albardón, tiene una veintena de bodegas que abren de par en par a sus turistas y se ha transformado en la segunda provincia con ingresos por el Enoturismo detrás de Mendoza. De la cantidad de visitas turísticas a las bodegas el 70% de las visitas son en Mendoza, el 15% en Salta y el 7% en San Juan.

Otro ejemplo sería que el pasado fin de semana La Ruta del Vino de Rueda celebró su II Feria de Enoturismo, con una gran carpa expositiva en la que diferentes socios mostraron sus mejores encantos a los visitantes, además de contar con una gran área de degustación. Los asistentes encontraron multitud de actividades directamente relacionadas con el vino, la gastronomía y el turismo, así como programación de ocio para todos los públicos. Leyó bien: ‘Programación de ocio‘, una frase al que habrá que darle importancia si las bodegas quieren ganar dinero.

En la mencionada feria la entrada fue totalmente gratuita, si bien se pudieron adquirir tickets de degustación de tapa + vino por 2 euros (solo vino 1,5 euros / solo tapa 1,5 euros), o packs promocionales de 3 vinos + 3 tapas por 5 euros. Para ello, la carpa contó con una zona de degustación común de vinos de bodegas asociadas a la Ruta, así como stands propios de diversas bodegas.

Lo que despierta asombro fue que hubo una cata presentación de los vinos ganadores de los ‘Premios Sarmiento‘ al mejor vino de la variedad Verdejo 2015 elegidos en el marco de la IX Fiesta del Verdejo de La Seca (Valladolid). Leyó bien: ‘Premios Sarmiento‘. Asombro. Supongo que el nombre es en homenaje a nuestro maestro o ¿hay en España otro Sarmiento?. Incluir a la familia es otra de las aristas que no hay que descuidar. Si vamos con los niños ¿qué hacemos con los niños?. Los organizadores de la feria lo solucionaron con atracciones infantiles y juveniles en el entorno de la carpa ferial, la exposición fotográfica’. Un viaje por la Ruta del Vino de Rueda’ en las Reales Carnicerías de Medina del Campo y la visita guiada especial a Fresno El Viejo a un precio de 4 euros.

Como broche de oro el cierre culminó con el Festival Viejo Rock, de entrada libre. Esto no es casualidad: si queremos aumentar el consumo del vino debemos captar a los jóvenes. Bueno, en España ya han tomado nota y le dan importancia.

Otro dato son los precios. Tengamos cuidado con esto. No corramos a la gente porque terminará siendo un oferta para muy pocos y finalmente no será negocio. En Argentina,en la mayoría de los lugares, los precios son altos a muy altos.

El precio medio de la visita estándar a bodegas españolas (visita guiada + degustación) es de 7 euros y a museos 3,38 euros. En esta feria española diferentes socios de la Ruta del Vino de Rueda pusieron a disposición de los visitantes distintas promociones especiales. Por ejemplo, una bodega ofreció la posibilidad de realizar dos visitas únicas a ’Despierta tus sentidos’ -incluyó cata de vinos, juego sensorial y degustación de queso y de aceite de elaboración propia-, a un coste de 10 euros por persona, y la ’Visita express gratuita’, que incluyó degustación de vino Verdejo. Unos 10 euros, algo menos de $170 en la Argentina. Acá una degustación cualquiera no baja de los $300 incluso hay eventos de hasta $1.000. Para lograr que el negocio empiece a caminar hay que compartir nuevos enfoques de comunicación con los consumidores, innovar para la gestión en bodega y una nueva mirada sobre el Enoturismo, comunicando de forma directa con consumidores y no consumidores (especialmente los jóvenes) sobre vino, ligando al mismo ámbitos culturales o estilos de vida compartidos por quienes ya son apasionados del vino y por quienes aún no se han acercado a él. Todo ello con un lenguaje diferente, ágil, visual, accesible para cualquier persona que permita, vía la interacción constante con todos ellos, hacer del vino vínculo de unión y un lugar de encuentro en el que compartir experiencias e inquietudes. Estos cambios no se producen de la noche a la mañana, pero ya es hora de iniciar el proceso dando el primer paso.

No importa en qué punto se encuentre la bodega dentro de su transformación, lo importante es que el sector público y privado ayude a cada bodega o cooperativa a identificar y reflexionar acerca su visión particular del futuro del Enoturismo en un marco de la era digital.

Una nueva visión del Enoturismo debe ser ya un servicio indisoluble del modelo de negocio de las bodegas. Es una herramienta de rentabilidad muy clara y un aspecto que refuerza un marketing avanzado, emocional, con un enorme potencial de generar marca, pasando siempre, eso sí, por la profesionalización de los servicios turísticos que las bodegas ofrezcan.

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